La peor sequía del siglo agrava el efecto ‘isla de calor’ en Barcelona
Los registros de lluvia de 2021 en la capital catalana fueron los más bajos en 107 años
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En Cataluña, el año 2021 confirmó una escasez generalizada de precipitaciones, especialmente acusada en Barcelona y el área metropolitana. Desde que el Observatorio Fabra, ubicado en la capital catalana, empezó a recopilar datos meteorológicos en 1914, nunca antes se había registrado un año con tan pocas lluvias. Diciembre se cerró como el mes más seco de todo el periodo, con apenas dos litros por metro cuadrado recogidos antes del puente de la Constitución, y un imperceptible goteo entre los días 22, 23 y 24.
Con ello, el total anual se encalló en apenas unos 327 litros por metro cuadrado. El dato supone tan solo el 53% de la lluvia que cae en un año normal, según la media de las últimas tres décadas, y son 18,2 litros por metro cuadrado menos que el récord anterior, del año 2015. “Es significativo hacer otro récord con tan pocos años de diferencia”, manifiesta Alfons Puertas, de la sección meteorológica del Observatorio Fabra.
Además de la falta de agua, Barcelona y su área metropolitana padece un recalentamiento de las temperaturas por el efecto de un fenómeno meteorológico conocido como isla de calor, un fenómeno agravado por la falta de lluvias. La temperatura media de la capital catalana y de su conurbación urbana aumentó 1,7 grados centígrados, mientras que en la mayoría de zonas de Cataluña, la anomalía térmica supuso un incremento de 0,5 grados con respecto a la media de los últimos 30 años.
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